¨La innovación significa encontrar nuevas formas de aplicar la energía para crear cosas improbables, y ver cómo se ponen de moda. Significa mucho más que invención, porque la palabra implica desarrollar una invención hasta el punto donde se pone de moda porque es lo suficientemente práctico, asequible, confiable y omnipresente para que valga la pena usarlo¨. Matt Ridley
El joven Peter O´Brien frustrado por no poder sobrepasar los 18 metros en el lanzamiento de bala durante su estancia en la Universidad de California del Sur, dedico su tiempo a explorar nuevas formas de poder impulsar la bala más allá de esa distancia. Incluso en horas de la madrugada en un terreno vecino practicaba largamente distintas formas hasta que dio literalmente un giro a la técnica de lanzamiento. Se ubicó de espaldas al círculo, y ejecutando un giro de 180 grados para llevar rápidamente el peso al frente del círculo optimizando el momentum antes de soltar los 7,257 kilos de la bala impulsándola más allá de sus anteriores distancias. La teoría detrás de su lanzamiento según sus propias palabras: ¨cuanto más tiempo estas empujando, más lejos llegara la bala¨

Como toda técnica novedosa muchos dudaron de su utilidad, pero no fue hasta que cayeron los primeros récords cuando la técnica comenzó a popularizarse bajo el nombre de O´brien Glide. Entre julio de 1952 y junio de 1956 obtuvo 116 victorias consecutivas, batió el récord mundial 17 veces, y fue el primer hombre en superar la barrera de los 18 metros y de los 19 metros. Gano el oro en los juegos olímpicos de 1952 y 1956, plata en 1960 y en 1964 obtuvo el 4to puesto. Su récord fue de 19,64 metros.
Cuatro años más tarde de la última participación de O´Brien, en los Juegos Olímpicos de México 1968, Dick Fosbury cambió la técnica del salto en altura para siempre. El joven saltador sorprendió a todos los asistentes al ganar el oro olímpico aplicando una técnica de salto novedosa. En vez de utilizar las técnicas convencionales como la tijera, o el straddle, la nueva técnica consistió en correr hacia la barra en una trayectoria curva y con mayor velocidad, de forma que la aproximación final se hace en dirección transversal a la barra, para saltar de espaldas a la misma., cayendo con el cuello o los hombros.
¨I take off on my right, or outside, foot rather than my left foot. Then I turn my back to the bar, arch my back over the bar and then kick my legs out to clear the bar.¨

En los juegos olímpicos de Munich 1972, 28 de 40 saltadores utilizaban esta técnica (lamentablemente Fosbury no clasificó) y en Seúl 1988 fue la última vez que se utilizó la técnica Straddle, convirtiéndose en la única técnica actual. En palabras de Fosbury: ¨pensé que luego de ganar la medalla, uno o dos saltadores comenzarían a utilizar la técnica, pero realmente nunca contemple que se convertiría en la técnica universal.¨
En relación a la escalada, y en particular en la disciplina de velocidad, en los Asian Games 2018, el especialista en Boulder Tomoa Narasaki en su duelo junto a Chon Jong-won utilizo una técnica particular, el Tomoa Skip. Dicha técnica permitía saltearse la 4ta presa, obteniendo una trayectoria más directa, evitando ese desplazamiento excesivo hacia la izquierda que obliga a los competidores a hacer un zigzag. Si bien en años anteriores el escalador Iraní Reza Alipourshenazandifar utilizo una estrategia similar, el Tomoa skip fue cobrando popularidad.

Dado su historial como gimnasta y su gran habilidad en la disciplina de Boulder, Tomoa Narasaki logro de esta forma ubicarse entre los mejores de esta especialidad, y logrando su plaza para los JJOO de Tokyo, donde obtener un buen resultado en esta modalidad es de gran importancia para la clasificación final.
Tal es el impacto del Tomoa Skip en la actualidad que en Tokyo 2021, 6 de los 7 finalistas masculinos y 7 de las 8 finalistas femeninas utilizaron esta técnica, teniendo en cuenta que en esa final no había especialistas en velocidad (salvo la polaca Miroslaw quien no utilizo el skip) y en la última copa del mundo en Salt Lake City, 14 de los 16 finalistas masculinos y 12 de las 16 femeninas utilizaron la técnica Tomoa Skip, estableciéndose como un standard en la disciplina, y ha sido utilizado para romper varios veces el record de velocidad, como el de la escaladora Indonesa Aries Susanti Rahayu cuando bajo la barrera de los 7 segundos o sus compatriotas Leonardo Veddriq y Kiromal Katibin que pulverizaron varias veces el record en las últimas tres copas del mundo de velocidad 2022 dejándolo en 5´10¨.
Cómo es posible que emerjan técnicas creativas y novedosas en el deporte ?
Según Orth y cols (2017), las acciones motoras creativas son patrones de movimientos funcionales que son nuevos al individuo o al grupo y se adaptan para satisfacer los condicionantes (constraints) del problema motor. Una conducta creativa no necesariamente tiene que ser novedosa para toda la población, sino que puede ser novedosa para el individuo mismo.
Kaufman y Beghetto (2009) proponen una estructura de la adquisición de la creatividad en 4 niveles:
Mini C: la interpretación novedosa y personalmente significativa de experiencias, acciones y eventos(Beghetto & Kaufman,2007). Es inherente al proceso de aprendizaje y se manifiesta generalmente cuando el aprendiz descubre una solución a un problema motor. Es la adaptación de las técnicas conocidas a sus condicionantes personales. Tiene una relación directa entre el proceso aprendizaje y la creatividad, ya que el individuo debe encontrar/generar una solución única para sus posibilidades. Pensemos en un escalador que intenta resolver una tarea
Little C: se refiere al comportamiento creativo que puede observarse en las interacciones deportista-ambiente en los deportistas amateurs, aquí las soluciones no son de atletas expertos pero permitirán resolver el problema planteado, quizás con un gasto mayor de energía que un experto.
Pro C: este comportamiento se define por la emergencia de patrones que pueden encontrarse en los contextos atleta-ambiente donde la demanda requiere una accion altamente técnica, flexible e integrada. Por ejemplo la creación de una solución novedosa a un problema dentro de una competencia de Boulder.
Big C: consisten en la invención de una novedosa eficiente y funcional técnica que se disemina rápidamente en el medio. Narasaki, Fosbury y O´Brien se encontraban en esta situación en los momentos de búsqueda y creación del gesto que estaban inventando para resolver el problema que les impedía progresar. Muchas veces en estos casos las modificaciones de las reglas (condicionantes de la tarea), las superficies donde se desarrolla el deporte (condicionantes del medio), o la mejora de la condición física, o el crecimiento y/o maduración (condicionantes del organismo) permiten la emergencia de estas acciones creativas.

Sin el cambio del cajón de arena a colchones de caída en el salto en alto, saltar de espaldas y caer con la nuca y los hombros no habría sido una opción para Fosbury. Los niveles de agilidad y fuerza de Tomoa Narasaky permitieron la creación del Skip, y quien lo ha practicado sabe que se requiere un alto nivel de fuerza, movilidad y coordinación para poder realizarlo.
Estos cuatro niveles deben verse como como un proceso por el cual se desarrolla la creatividad. Todas las Big C tienen su génesis en las mini C. Sin una estimulación adecuada del nivel más bajo, es probable que los niveles superiores no se manifiesten.
Flexibilidad, variabilidad y adaptabilidad.
En los sistemas dinámicos, la formación espontánea de patrones emergen a través del proceso denominado auto-organización. Estos sistemas se denominan abiertos, donde se incorpora constantemente la información tanto del medio como del propio organismo. Esta auto-organización surge de la posibilidad que tiene el organismo de resolver la tarea de muchas maneras. En la década del 60, Bernstein postulo el problema de los grados de libertad que resulta de una redundancia infinita de grados de libertad que existen para resolver una tarea motora, por ejemplo y solo a nivel articular, en el brazo tenemos 7 grados de libertad: tres en el hombro, uno en el codo y tres en la muñeca, permitiendo gran flexibilidad entre movimientos; por tanto, el sistema nervioso aparentemente debe elegir una solución motora particular cada vez que actúa. Bernstein definió la coordinación motora como un medio para superar la indeterminación debida a la redundancia de los grados de libertad para cada movimiento dado.
La variabilidad de movimiento tiene una función primordial para las estructuras coordinativas que emergen bajo diversos tipos de condicionantes. El organismo debe poder generar comportamientos tanto estables (persistentes) como flexibles (variables) en respuesta a las intenciones cambiantes y a las condiciones dinámicas del ambiente (Davis et al, 2003). La creatividad motora refleja una adaptabilidad individual, que es original en relación a otras soluciones adaptativas. Puede ser definida como nuevas formas de actuar adaptadas a nuevas situaciones, la misma puede ser intra-individual o inter-individual.
A nivel intra-individual, las acciones originales y creativas pueden emerger en la práctica como consecuencia del esfuerzo para mejorar el rendimiento, como vimos con los niveles de creatividad. La solución al problema planteado puede ser a nivel de coordinación de la tarea (un movimiento completamente novedoso como el caso del fosbury flop) o a nivel del control del movimiento, es decir a través de movimientos que regulan la estabilidad de una solución coordinativa como cuando en un boulder a través de los intentos vamos ganando coordinación hasta lograr resolverlo.
Es decir que el sujeto en un principio busca una solución coordinativa estable, que luego es refinada a través de la practica en relación al control motor del movimiento, es decir que la coordinación es la función que condiciona los grados de libertad disponibles del sistema en un movimiento en particular. El control se refiere a la parametrización de las relaciones topológicas de los patrones de coordinación formadas entre las partes del sistema de movimiento (Orth y cols, 2017). Ambos conceptos están vinculados uno con otro. Las soluciones nuevas a un problema o desafío motor se descubren como nuevos patrones de coordinación y/o la manera en la que son controlados.
En la siguiente figura de Orth y cols (2017) podemos ver como la exploración por medio de la práctica puede llevar a nuevos patrones funcionales que se representan a través de los dos ejes tanto de originalidad como funcionalidad. Si bien este grafico aplica a la emergencia de nuevas soluciones creativas a nivel intra-individual, también puede representar soluciones inter-individuales que lleven a una innovación de una técnica especifica de algún deporte.

El entrenador puede alentar mayor o menor variabilidad al manipular los condicionantes (constraints) durante la práctica. En el caso de la escalada, durante una sesión o entrenamiento podemos acomodar las distancias de las presas y volúmenes, como así también las formas de los mismos para forzar a través de la practica nuevos movimientos a nivel de coordinación y principalmente de control en situaciones variadas. Lo mejor de todo es que lo podemos controlar milimétricamente con solo ir variando progresivamente la disposición de las presas.
Inducir cambios de esta forma tiene una influencia significativa sobre la estabilidad o la funcionalidad de la solución coordinativa que requiere transiciones sobre diferentes patrones de coordinación para mantener el éxito.
La organización y (re)organización individual del movimiento siguiendo una manipulación sistemática del medio, provee un vehículo para monitorear cómo y cuándo emergen acciones motoras creativas y cuán flexible es nuestro atleta ante situaciones cambiantes.
Los deportistas expertos se caracterizan por el aumento de la estabilidad y a la vez flexibilidad de sus coordinaciones. Se mantienen más estables frente a las perturbaciones que los no entrenados y a la vez son capaces de encontrar nuevas coordinaciones que satisfacen de forma más eficaz y eficiente los cambios contextuales, lo que en la teoría de los sistemas dinámicos se denomina meta-estabilidad (Balague y Torrents, 2011).
La adquisición de habilidades puede definirse como el establecimiento de una relación funcional entre el organismo y el medio, caracterizado por la sintonización a las variables perceptuales relevantes y la calibración correspondiente de las acciones en relación a las posibilidades de cada uno. Resulta en una emergencia de un comportamiento que es adaptable a un amplio rango de contextos de rendimiento. No debe considerarse como la adquisición de un estado interno compuesto de diferentes invariantes de movimiento, sino más bien que debe ser caracterizado por el refinamiento del proceso de adaptación, adquirido al percibir las propiedades clave del espacio que rodea al medio de rendimiento en la escala del cuerpo del propio individuo y de las posibilidades de acción (Araujo y Davids, 2011).
Las contribuciones de los niveles superiores de creatividad tiene su génesis en el nivel inferior de creatividad (Mini C). Y este primer nivel debe ser estimulado de manera adecuada, independientemente del nivel del deportista, ya que la emergencia de nuevos movimientos a nivel coordinativos o de control será parte de la flexibilidad requerida para resolver los movimientos más variados. La tarea de los profesores/entrenadores consistirá en modificar el medio (diseño de los recorridos en el caso de la escalada) permitiendo un espacio que aliente a soluciones novedosas y creativas. De esta forma abriremos la puerta para los niveles superiores de creatividad.

Referencias
Araújo, D., & Davids, K. (2011). What exactly is acquired during skill acquisition. Journal of Consciousness Studies, 18.
Balagué, N., & Torrents, C. (2011). Complejidad y deporte. Barcelona: Inde Publicaciones.
Beghetto, R.A., & Kaufman, J. (2007). Toward a broader conception of creativity: A case for “mini-c” creativity. Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts, 1, 73-79.
Davids, K., Glazier, P.S., Araújo, D., & Bartlett, R. (2003). Movement Systems as Dynamical Systems. Sports Medicine, 33, 245-260.
Hristovski, R., Davids, K., Passos, P., & Araújo, D. (2012). Sport Performance as a Domain of Creative Problem Solving for Self- Organizing Performer-Environment Systems. The Open Sports Sciences Journal, 5, 26-35.
Kaufman, J., & Beghetto, R.A. (2009). Beyond Big and Little: The Four C Model of Creativity. Review of General Psychology, 13, 1 – 12.
Orth, D., van der Kamp, J., Memmert, D., & Savelsbergh, G.J. (2017). Creative Motor Actions As Emerging from Movement Variability. Frontiers in Psychology, 8.
Ranganathan, R., Lee, M., & Newell, K.M. (2020). Repetition Without Repetition: Challenges in Understanding Behavioral Flexibility in Motor Skill. Frontiers in Psychology, 11.
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