Cuatro conceptos de la física y las matemáticas para repensar el entrenamiento

Aunque estos cuatro conceptos provienen de diferentes áreas de la física y las matemáticas, comparten un punto en común: todos abordan los límites de lo que podemos saber, medir o predecir. Esta es una interpretación libre de los conceptos, y no pretende ser rigurosamente científica, sino un marco para reflexionar sobre el entrenamiento.

1. Relatividad

La teoría de la relatividad de Albert Einstein, publicada en 1905, es conocida por predecir fenómenos como el envejecimiento más lento de los astronautas en comparación con las personas en la Tierra o el cambio en la forma de los objetos a grandes velocidades. Sin embargo, la relatividad puede entenderse también en un sentido más amplio: cómo percibimos algo depende de nuestro punto de vista o de nuestra relación con lo que estamos observando.

En escalada, por ejemplo, la percepción del esfuerzo determina la intensidad de una vía o un circuito. No existe un patrón estándar: la graduación de un boulder o una vía depende de la percepción del esfuerzo tanto del abridor como de quienes lo escalan. Ahora bien, si tenemos dos escaladores con el mismo nivel técnico, pero uno con una carga laboral, emocional o de estudios más elevada, su experiencia será distinta. Para el escalador que ha tenido una semana tranquila, la sesión planificada puede ser adecuada para generar las adaptaciones deseadas; mientras que para el otro, fatigado por el estrés, esa misma sesión puede parecer excesivamente agotadora. Aunque ambos están realizando el mismo entrenamiento, su percepción varía. La relatividad en el entrenamiento nos muestra que el esfuerzo es siempre subjetivo y depende del estado físico, mental y emocional del atleta.

2. Incertidumbre

El principio de incertidumbre de Heisenberg establece que no podemos conocer con exactitud dos propiedades complementarias al mismo tiempo, como la posición y la velocidad. Este concepto, trasladado al deporte, nos recuerda que existe una indeterminación entre el rendimiento inmediato y la recuperación óptima.

Un atleta que busca mejorar rápidamente entrenando con alta intensidad puede lograr avances a corto plazo, pero corre el riesgo de no medir correctamente su estado de recuperación, aumentando las probabilidades de sobreentrenamiento. Por el contrario, si se enfoca demasiado en la recuperación, puede perder progreso por falta de estímulo. El desafío para el entrenador es equilibrar estas variables, sabiendo que siempre habrá una dosis de incertidumbre en cuanto al estado de forma del atleta y sus respuestas al entrenamiento.

3. Incompletitud

El teorema de incompletitud de Gödel señala que en cualquier sistema lógico suficientemente complejo habrá cuestiones que no se pueden resolver dentro del propio sistema. Siempre quedarán preguntas sin respuesta clara dentro de los límites de ese marco.

En el entrenamiento deportivo, especialmente en disciplinas como la escalada, esto se hace evidente en la evolución constante del deporte. Los movimientos en boulder, por ejemplo, se han vuelto más dinámicos y vistosos en los últimos años. A veces, ni entrenadores ni escaladores tienen una respuesta clara para ciertos desafíos nuevos. En estas situaciones, la creatividad se convierte en una herramienta esencial para encontrar soluciones más allá del sistema establecido.

4. Indecibilidad

El concepto de indecibilidad, formalizado por Alan Turing en los años 1930, se refiere a problemas que no pueden resolverse mediante un algoritmo en un tiempo finito. En otras palabras, son cuestiones que no tienen una solución definitiva con un método formal.

El escritorio de Einstein

Pensemos en la planificación de una sesión de entrenamiento. Por más detallada y cuidadosa que sea, nunca podemos estar completamente seguros de haber encontrado la mejor combinación posible de ejercicios, intensidad y descanso. Siempre queda la posibilidad de que haya una opción mejor que no hemos considerado. Este concepto nos recuerda que el entrenamiento es un proceso de prueba y error constante, donde la perfección es inalcanzable, pero la adaptabilidad es clave.

El rol del entrenador en la planificación del entrenamiento implica reconocer que, al igual que los conceptos de relatividad, incertidumbre, incompletitud e indecibilidad, siempre habrá límites en lo que podemos predecir y controlar. El entrenador debe ajustar su enfoque según las necesidades individuales de cada atleta, gestionar las inevitables incertidumbres entre carga de trabajo y recuperación, y estar dispuesto a explorar soluciones creativas cuando no existan respuestas claras. La planificación perfecta no existe, pero un enfoque flexible y adaptable permitirá maximizar el rendimiento dentro de estas limitaciones.

Prof. Juan Martín Miranda